CÓMO PREPARAR EL MONTAJE DE MESA PERFECTO

04 Abr
abril 4, 2016

La preparación de una mesa previa a un servicio es todo un arte sólo destinado a unos pocos elegidos. El saber colocar correctamente una vajilla, la disposición de los cubiertos, así como la adecuada elección de los textiles en una mesa, puede determinar el éxito o el fracaso de un evento, así como evaluar la imagen del anfitrión frente a sus invitados.

Aunque parezca una tarea fácilmente realizable y que no exija ningún esfuerzo o especialización, la disposición de elementos en una mesa requiere un estudio y una programación previa, teniendo en cuenta detalles como el número de comensales de dicha mesa, el espacio que hay que dejar entre ellos para una cómoda disposición, los platos que se van a servir y la correcta elección del resto de elementos que componen una mesa y que tendrán que responder a un orden elegante y armonioso del conjunto.

Ocurre así también con la vajilla, pieza fundamental dentro de cualquier montaje que se precie, no sólo por su funcionalidad, fuera de toda discusión, sino también por su capacidad decorativa en el conjunto de una mesa. Para ello, y para garantizar su correcta disposición, existe un protocolo que marca las directrices a seguir en cuanto a la colocación de los diferentes componentes, y que se debe seguir, en la medida de lo posible, para evitar tomar decisiones improvisadas de última hora, así como para garantizar el procedimiento más eficiente y eficaz.

El montaje de platos ideal

Cuando nos planteamos el montaje de una mesa y, más concretamente, la colocación de la vajilla, siempre surgen las mismas dudas: ¿qué platos pongo?, ¿cuántos hay que poner?, ¿cómo y dónde los coloco?… A todas esas preguntas daremos respuesta a continuación:

  1. ELIGE MATERIALES DE CALIDAD. Un material de calidad es sinónimo de triunfo. Obviamente, dependiendo del tipo de celebración se tendrá más margen para elegir otro tipo de materiales, pero en la mayoría de las celebraciones importantes se debe optar por la porcelana u otro material de similar calidad.

En este punto, son muchas las mesas que se están vistiendo con vajillas de cristal. Este material está ganando posiciones ya que por diseño y prestaciones ofrece un servicio muy parecido al de la porcelana: no se deterioran menos con el uso durante años, además de ser más higiénico por su nula porosidad.

Como es lógico, no todas las casas pueden permitirse tener una vajilla de porcelana para ciertas celebraciones. Para ello, existen múltiples empresas en el mercado que ofrecen alquiler de platos y otros elementos necesarios para el montaje de una mesa y que permiten a cualquier anfitrión lucir las mejores galas en cualquier acontecimiento y con la mayor comodidad.

  1. OPTA POR DISEÑOS CLÁSICOS. El protocolo siempre exige la máxima discreción para dejar el protagonismo al elemento principal en una mesa que es la comida. Por ello, se recomienda la utilización de diseños clásicos, sin ostentosidades, preferiblemente de líneas puras, totalmente lisos o sutilmente decorados. Eso no quita que en celebraciones más informales se prefieran diseños más arriesgados y atrevidos, y que se juegue con diferentes formas y colores.

Se recomienda también que el diseño de la vajilla vaya en conjunción con el resto de los elementos de una mesa: no podemos colocar una vajilla muy clásica con una cristalería ultra moderna porque desluciría el conjunto. Debemos encontrar un punto medio entre los estilos y la uniformidad de la decoración.

  1. PROTOCOLO DE PREPARACIÓN.

Partimos de la base de que el protocolo garantiza el mejor procedimiento en cuanto a la colocación de la vajilla, aunque es cierto que puede haber tantas colocaciones como anfitriones que quieran dar un toque especial a su mesa.

Si seguimos el protocolo, este sería el orden de colocación de los platos:

  • Bajo plato. Se trata de un plato de una mayor dimensión que acogerá al resto del servicio. Con el bajo plato se puede jugar más con la forma y el color, con el fin de contrastar con el resto de la vajilla, pero siempre sin desentonar con el conjunto.
  • Resto del servicio. Sobre el bajo plato, se colocará un plato llano y, sobre éste, un plato hondo si vamos a servir algún tipo de sopa o crema. Este plato hondo es opcional, ya que si se van a servir otro tipo de entrantes o de entremeses, se puede colocar un plato de aperitivo que servirá para “salvar” el plato llano y como elemento decorativo.
  • Plato de pan. El gran olvidado de la vajilla aunque forma parte de ella con un papel fundamental. El plato de pan se ha de colocar en la parte exterior de la presentación, a unos 4 cm a la izquierda del plato principal.
  • Otros elementos. Para dar un punto de distinción y de elegancia, se puede optar por colocar, al lado del plato de pan, pequeños elementos denominados petit menage, como pueden ser pequeños saleros o pimenteros, así como cuencos individuales para el aceite o la mantequilla.
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